"Hay quienes dan con alegría 

y esa alegría es su premio"

(khalil Gibran, novelista y poeta libanés)

CONCLUSIONES: (hoy hemos pensado cada uno de nosotros en un momento en el que hayamos hecho algo bueno por los demás y esa acción nos ha provocado una alegría o una satisfacción)

KIKO: Un día iba de paseo por el campo con mi primo pequeño (tiene un año). Tropezó en el campo y le cogí del brazo. No se cayó pero se puso a llorar porque se asustó. Yo le dije tonterías y él terminó riendo. Yo me sentí bien porque había intentado ayudarle y lo había conseguido.

LAURA: Mi abuela estaba mala y se mareaba. Fuimos a la cocina a coger un vaso de agua y se lo bebió. Ella me dio las gracias y yo me sentí alegre por ayudarla.

SACHI: Mi abuela es la que cocina todos los días pero un día se encontraba mal. Mi padre y yo cocinamos ese día para que ella mientras se acostara en la cama tranquila y se mejorara. Se mejoró, comimos bien ese día y yo me sentí muy bien porque había cocinado y había ayudado a que ella se mejorara.  

CINTHIA: Una mujer mayor estaba comprando fruta en la cabina. Se volvía a su casa y había unas escaleras. Yo le ayudé a subirlas cogiendola del brazo y el frutero le subió las bolsas. Me sentí feliz cuando le ayudé y ella me dio las gracias alegre.

CARLOS: Mi primo y yo nos fuimos al campo con la bicicleta y al pisar una piedra, frenó y se le fue la rueda de la bicicleta. Yo corrí a ayudarle a levantarse y a cogerle la bici. Estaba al lado suya y cuando iba a caer él me sujetó y no me caí.

MARÍA: Un día no funcionaba la máquina de las escaleras que hay en casa de mi abuela. Entonces mi bisabuela, Concha, no podía bajar al salón. Yo le ayudé a bajar para que pudiera ir al cumpleaños de mi primo Juan. Me sentí muy bien porque ella pudo bajar y todos empezaron a gritar ¡abuela!.

ISABEL: Cuando en clase veo que alguno de vosotros ha aprendido algo y le he ayudado a superar una dificultad, me siento alegre y pienso que mi trabajo merece la pena y me da grandes satisfacciones.